Nos desplazamos a la plaza Planes , que los
sábados tiene un pequeño mercado del cual hemos tenido que compras unas botas
de montaña del nº 22 para Mario, ya que se empeña en quitarse los zapatos,
giramos a la derecha por el carrer de la Mare de Deu dels Dolors y pasamos
junto al horno de pan "El Molí". A continuación, giramos a la
izquierda y bajamos por la
calle. Delante de nosotros ya es visible el Vía Crucis por el
que tenemos que subir a la
ermita. Pasamos junto a un lavadero, cruzamos el puente sobre
el barranco Fondo y salimos a la carretera CV-711. Giramos
a la izquierda y seguimos la carretera unos 150 metros hasta el
comienzo del Vía Crucis, tomarlo con calma porque es un poco dura, por el que
subimos hasta la ermita del Santísimo Cristo. Aquí tenemos una buena panorámica
sobre el Montcabrer o el Benicadell y el embalse de Beniarrés.
Desde la ermita,
volvemos atrás y continuamos por la pista asfaltada que le da servicio. La
pista desciende y llega a un cruce, si queremos no subir a la ermita llegaremos
a este punto por el camino que veremos nada más pasar el puente después de la
bajada desde el lavadero en el que seguimos recto. Caminamos por una pista de
tierra hasta subir la loma que tenemos enfrente y salir a un camino asfaltado.
Los cruces no están señalizados, pero es siempre en subida. Aquí veremos como
los bancales de cerezos han perdido su flor y empiezan a nacer las primeras
cerezas todavía verdes paro dentó de 30 días estarán en su punto. Seguimos el
camino asfaltado hacia la derecha, y tras un par kilómetros en curvas, salimos
a la
carretera CV-700. Debemos caminar 150 metros por la
carretera hasta el comienzo de la pista
de la Encantada, un poco antes del pont de les Calders.
La pista de tierra
se transforma rápidamente en un sendero paralelo al barranco, que comienza a
hacerse cada vez más angosto, encajonándose entre el Tossal del Pedregar y la
Sierra del Cantalar. Vamos a pasar junto a una primera casa en ruinas, junto a
una pequeña presa, y después por los restos del Molino de la Encantada, cuyas
paredes cubiertas por las hiedras son mudo testigo de su antigua actividad
aprovechando la energía del agua. Junto al molino, el barranco se encajona
formando varias pozas.
Seguimos por el
sendero, ahora en subida, y pasamos junto a los restos de otra construcción
antes de salir a una pista junto a una casa. Al llegar al camino asfaltado,
giramos a la izquierda y continuamos por la pista principal hasta la CV-711, a la que salimos un
poco más arriba del Vía Crucis por el que comenzamos la ruta. Solo queda volver
por la carretera al pueblo y subir por el lavadero hasta donde dejamos el coche.
Como tenemos hambre y
se lo más rápido es ir a comer y nos hemos ido a Benisiva al restaurante la
Placeta, todo fenomenal y ahora a esperar que gane el Madrid
A destacar lo gran
padrazo que esta hecho Patri y su esfuerzo por llevar a Mario sobre sus espaldas
Objetivo conseguido
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